Tocando un Allegro (Libre)

Serían aproximadamente las nueve de la noche cuando Russell entró al auditorio. De entre todas las cosas que había descubierto durante sus primeras impresiones de la escuela, ésta había sido una de las que más le había emocionado. Un bonito auditorio para ensayar, con el suficiente espacio como para no sentirse apretado tocando. Era simplemente perfecto, eso sin contar que de por sí, la escuela irradiaba el ambiente artístico, y eso ayudaba bastante a la concentración y la motivación por ensayar. Más motivación que la que él mismo tenía, la cual de por sí, no era poca.

Sus pasos resonaron por el lugar mientras caminaba con una enorme sonrisa en el rostro. Por lo que veía, el lugar estaba vacío. Mejor para él, cuando ensayaba prefería hacerlo a solas. Así sólo él escuchaba los errores y no sentía verguenza cuando se le escapaba alguna nota o cuando se equivocaba en el ángulo del arco para tocar la cuerda correcta.

Dejó el bien cuidado estuche de su violín en el suelo, y corrió a buscar un atril para sostener las partituras. Volvió corriendo de igual manera, sin tener ganas de perder ni un minuto de ensayo. Después de todo, debía levantarse temprano al día siguiente, e ir cansado a clases era, sinceramente, lo peor que podía hacer. Tenía un déficit atencional que de por sí le generaba problemas, y un Russell con sueño sólo empeoraba las cosas.

Armó el atril rápidamente, sacó las partituras de la enorme carpeta que descansaba al lado de la funda de su violín, y las posicionó sobre el atril. Posteriormente, sacó su violín 4/4 con forma tradicional, le posicionó el sujetador, y lo dejó a un lado. Tomó el arco, pasó tres veces la pecastilla por las crines, y finalmente tomó su violín. Afinó rápidamente su violín en 440, y observó pensativo la partitura, recordando las notas y los ritmos. Tomó aire, cerró los ojos y se relajó.

Volvió a abrir los ojos, y comenzó a tocar la canción que había elegido para comenzar: Un allegro de J.S Bach. La música comenzó a resonar por el lugar, escuchándose tenuemente más despacio por el pasillo exterior. Mientras se mantenía erguido tocando, sus ojos recorrían rápidamente cada nota de la partitura, haciendo muecas de esfuerzo cuando le costaba subir a alguna nota muy alta. Y continuó así hasta que, casi al final de la canción se le escapó una nota, terminando así su casi perfecta interpretación de la canción. Se detuvo, mirando leeevemente enfadado la partitura. No le gustaba cuando iba tan bien en la canción, y al final, a pesar de su esfuerzo, alguna nota le salía mal. Tomó aire, volvió a relajarse, posicionó el arco, y se dispuso a intentarlo nuevamente...

Y antes siquiera de intentar empezar de nuevo, bajó los brazos, mirando sorprendido a la chica que acababa de llegar. Y él que juraba que nadie se había dado cuenta. Que vergüenza. Bajó la vista levemente sonrojado. No le gustaba que la gente se diera cuenta cuando se equivocaba al tocar. Era por esa misma razón que cuando acostumbraba a ensayar en su habitación, lo hacía con la sordina sobre el violín.

"Antes no me equivocaba en esa nota..." Comentó algo enfadado consigo mismo. Quizás ahora la canción no le quería salir bien por el nuevo entorno. Aún no se sentía completamente cómodo en aquel lugar. Llevaba menos de una semana por allí, y era la primera vez que ponía un pie en el auditorio. Para qué decir que aquel lugar era unas cuatro veces mayor que donde solía tocar en su anterior instituto. ¿Quizás eso era lo que le ponía nervioso?

Observó la partitura, levantó el violín y... tocó la única nota que le había fallado y volvió a bajar el violín. Listo, ahora sí le había salido bien. Suspiró, dirigiendo su celeste mirada hacia la chica.

"Hey hey, ¿Se puede tocar a ésta hora?" Ahora que lo pensaba, no había tomado en cuenta ese detalle antes de entrar en el lugar. Estaba seguro de que deberían de haber horarios, aunque bueno, el violín no era un instumento estruendoso para tocar en la noche, pero quizás podría molestar a algunas personas. Eso podía traerle problemas, y bueno, esa semana ya había tenido suficientes para el mes. Aunque tenía que admitir, bien poco probable era que no tuviera uno que otro problemilla por ahí en los días siguientes.

Luego de darse cuenta de que acababa de hablarle desde varios metros de distancia, le indicó con la mano que se le acercara. Después de todo, no era la idea dejarla parada en el marco de la puerta para siempre.

"Otra cosa, ¿Sabes tocar violín?" Le preguntó con un brillo de interés en sus ojos. Quizás ella podría ayudarle a arreglar su problema de saltar de una nota muy baja a una muy alta sin perder la afinación. Estaba seguro de que tenía que existir alguna manera de hacerlo, quizás midiendo la distancia de alguna manera más sencilla... sin tener que volver a marcar los espacios con corrector de lápiz. Ya había pasado esa etapa vaaaarios años atrás, y no quería ensuciar su violín.

- bueno - inicio - déjame ver si esta aun guardado el violín de mi prima en utileria - acude a buscarlo a la pequeña bodega, lo encuentra - me prestarías pastilla? - sonríe tierna mente, afina el instrumento y lo mira- sígueme, sera La Primavera de Vivaldi - sonríe y se coloca en posición, toma un respiro profundo, trata de imitar a su madre tocar para ella cuando era una bebé



llega una nota alta, mira a Russell, con la mirada le infunde valor, ella detiene su ejecución, el lo logra, lo mira con satisfacción - ahora el verano ....

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Le entregó la pecastilla sonriente, y luego la volvió a guardar. Posicionó el violín a la altura correcta, y esperó a que ella comenzara para seguirla. Esa era una de las canciones que él casi no había tocado, pero gracias a dios podía leer las partituras rápido. Comenzó a tocar lo más tranquilo que podía, cosa que bueno, no era tan sencilla pues no acostumbraba tocar aquella canción. Pero para su suerte las cosas marcharon bastante bien hasta que llegaron a la nota alta, y ella se detuvo. Ah nooo, ¿Le iba a tirar a los leones?

Suspiró. No tenía opción. Tomó aire, miró la partitura... rezó a todos las cosas a las que podía rezarle mentalmente para no tener que pasar vergüenza de nuevo, y se lanzó hacia aquella parte. Hay que decirlo, hasta él se sorprendió al ver que acababa de lograrlo. Y por lo que acababa de notar, esa nota alta había sido más complicada que la que había fallado anteriormente. Lo que simplemente causaba que sintiera decepción de sí mismo. Tendría que practicar más. Por otro lado, acababa de darse cuenta de que ella casi no había dudado en ayudarle, y por la canción que acababa de tocar, podía incluso pensar en que ella también tocaba ese instrumento.

"¿Tú también eres violinista?" Le preguntó con interés soltando un poco la muñeca derecha, mano en que tenía el arco del violín. Sostuvo el violín sólo con su mentón mientras se dispuso a preguntarle algo que acababa de meditar, y que probablemente debería de haber hecho antes de empezar a tocar con ella.

"Porcierto, soy Russell Lander" Le extendió la mano con una amplia sonrisa, aún sin soltar el violín con su cuello. La miró con sus entusiastas ojos, y le indicó con ellos la partitura, para que ella diera la partida.

"Wow... ¡Yo también toco varios instrumentos! Aunque bueno, no soy un prodigio" Comentó sonriente, mientras leía la partitura y comenzaba a notar algo. Se parecía bastante a una canción que él conocía. Mejor dicho, la canción que conocía era una especie de... ¿Remix? De aquella canción. Luego podría pedirle si le ayudaba con el arpa. Tomando en cuenta que ambos tocaban varios instrumentos, podrían armar algo interesante en el futuro.

Acomodó el violín, y esperó a que diera la partida. Luego, comenzó a tocar lo mejor que pudo. Al notar que habían partes demasiado rápidas, presionó el arco demasiado, lo que causó uno que otro sonido erróneo en medio de las notas. Esa era una de las partes complicadas: Presionar el arco sin forzarlo. Si no lo presionaba, el sonido no sería puro, pero si se sobrepasaba en la fuerza, el sonido saldría rasgado. Y lo peor, era que ahora se estaba dando cuenta de que al desafinar una nota, había empezado a desafinar las demás al no poder medir bien la distancia. Se detuvo, escuchando a la chica tocar aquella parte a la perfección. Le sorprendía que tocara tan bien... por algo era una prodigio. Mejor para él, así tendría de quién aprender. Y ahora que lo pensaba, era una gran ventaja estudiar donde hubieran alumnos prodigio. Sería entretenido medirse con ellos.

Al acabar ella con la parte difícil, Russell tomó aire. Lo iba a intentar, no tenía nada que perder. Después de todo, ya estaba sintiendo que entraba en confianza con ella, eso le quitaba un poco de nerviosismo.

Comenzó a tocar la canción, siguiendo las instrucciones de Gabrielle, y gracias a ello, lo estaba logrando. Para el término de la parte complicada, hasta Russell se sorprendió al ver que lo acababa de lograr. Sonrió ampliamente, emocionado al ver que sí podía hacerlo. El que lo hubiera logrado significaba que podía lograr otra cosa que no había podido antes...

"Hey hey, mira" Corrió a buscar otra partitura que tenía guardada, y se la entregó a la chica sonriente.

"En esa partitura que te acabo de pasar, hay partes que son iguales a ésta de Vivaldi... podríamos tratar de tocarla" Dijo sonriente, señalando algunas partes de la canción The Storm, tocada por Yanni.

Se volteó al ver que alguien se les acercaba. La miró extrañado, quizás la música la había atraído hacia donde estaban ellos. La observó subir al escenario y saludar a Gabrielle. Al parecer se conocían. Observó en silencio cómo ella misma se daba cuenta de la canción que estaban a punto de tocar. ¿Ella tocaba el arpa? Una sonrisa de emoción apareció en su rostro. Mejor así, sería mas entretenido tocar.

Lo que no comprendió a continuación, fue en qué momento había llegado tanta gente. De un momento a otro, Russell se vió envuelto en medio de varios otros músicos, todos desconocidos para él. Ok, eso le asustaba un poco. Si ellos eran igual que ella de buenos, entonces él tendría que esforzarse un poco más por alcanzarles. Eso sin contar que la canción iba a casi 208 bpm.

Que sea lo que salga... Pensó mientras tomaba aire y posicionaba el violín. Al marcar el comienzo de la canción, Russell enfocó toda su atención en la partitura. Conocía de memoria la partitura, pues la había tocado antes, pero a ritmos muchísimo más lentos. Sus dedos no habían dado señas de que quisieran lograrlo a aquella velocidad aún. Pero ahora, entre toda la presión que sentía, se estaba dando cuenta de que la adrenalina le estaba permitiendo acoplarse bastante bien con los demás. Eso sin contar que ni siquiera pestañeaba al leer la partitura. Temía que si lo hacía, se perdería y arruinaría la canción. Y si hacía eso, ahí si que viviría con una bolsa de papel en la cara por el resto de su vida.

Observando lo que se le venía, rogó a los cielos que le saliera bien

"¡AAAAAAAAH!" Fué lo único que alcanzó a decir antes de comenzar a tocar las notas en un frenesí desesperado. Sin duda no era una sucesión sencilla... pero de alguna manera estaba manteniendo el nivel con Gabrielle. Al menos no quedaría en verguenza.